La supervivencia de las tiendas de discos, CDs de música y DVDs.

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La supervivencia de las tiendas de discos

Si en el artículo anterior hacíamos referencia al alza de las ventas de CDs de música, también destacábamos que el streaming es una tendencia, que refleja las costumbres de los consumidores; las escuchas online y las descargas legales son cada vez más, frente a la adquisición de discos, que, claramente, baja.

Especializarse o morir

Está claro, y así ocurre con la mayoría de los comercios tradicionales, que deben hacer frente a los centros comerciales y la venta por internet. El arma principal es hacerse especiales, ofrecer lo que no pueden hacer los otros: piezas de coleccionismo que ni siquiera el gigante FNAC puede ofrecer. Con esto, se ganan a un público exquisito, quizás reducido, pero fiel y que aprecia estas joyas. Atenderlo es diferenciarse.

Se trata, sobre todo, de discos de vinilo que últimamente están teniendo más demanda gracias a los coleccionistas. Dicen que el vinilo “ha vuelto para quedarse”; quizás sea exagerar un poco. Pero, como todas las modas, las tendencias van y vienen; y esta no trata de mirar a los años 60, sino de recuperar un sonido de un formato que se había perdido con el auge de los CDs; así lo afirman sus seguidores…

Estos locales suelen ser negocios familiares, de varias generaciones que han podido mantenerse no sin esfuerzo. Actualmente, aunque buscan mejorar sus fuentes de ingresos con otros productos, como libros, pósteres, camisetas y objetos de decoración, son los justos para pagar los gastos, para mantenerse, pero la mayoría de los dueños confiesan que trabajan en lo que les gusta.

Sus locales son muy atractivos para los melómanos, especialmente aquellos que llevan muchos años abiertos. Entrar en ellos es como adentrarse en un museo o una máquina del tiempo, donde encontrarse con miles de vinilos, tan antiguos algunos, que ya no se esperaban.

Otros, sin embargo, son nuevos, recién salidos del horno: rediciones de discos clásicoso novedades que no se encuentran en la FNAC o en El Corte Inglés; es posible, y los dueños son verdaderos investigadores para ofrecer piezas a sus clientes que los tengan enganchados a su local, semana tras semana. Es, más que nunca, el hecho de mimar a un cliente, de darle lo que anda buscando y no encuentra ni en internet.

Así mismo, ofrecen discos de sellos independientes, que están fuera de las mareas comerciales, y discos autoeditados de cantantes que comienzan o de otros que han decidido ser sus propios productores; un valor añadido que se hace querer. Los artistas que lo hacen, como Zahara, Maronda o Vetusta Morla apuestan por ello (muchas veces, a través del crowdfunding, del que hablaremos en otra ocasión), para poder sacar a la luz sus canciones, sin depender exclusivamente de las tiradas que se vendan.

Algunas de estas tiendas, dependiendo de sus posibilidades, acogen también presentaciones de discos, exposiciones y hasta conciertos acústicos, pero son las menos, porque necesitan el respaldo de una discográfica.

Lugares de referencia

Otras apuestan por dedicarse a un estilo de música específico, como puede ser jazz, soul, funk o blues, ya sea discos nuevos o de colección. Se convierten con este producto en tiendas de referencia en todo el país, en verdaderos “lugares de peregrinación” para los seguidores de estos estilos.

Lo cierto es que no se lucran, como afirman sus dueños, pero, al menos viven de lo que les gusta, además de hacer un aporte de calidad a la industria musical. Aunque algunas intentan compaginar sus ventas con una tienda online, mostrando los productos que tienen en el local, ojalá sigan siendo por muchos años, las tiendas de toda la vida, las de los sueños de los melómanos.